Qué ganitas tenía,
querido estupidiario
De volver a la rutina,
de cambiar el calendario.
De que empiecen los colegios,
Que se atasque la autovía,
Y que paren las jornadas,
De comer durante noche y día.
Arrancar al madrugar,
Vestir y repartir niñas,
Preparar los bocadillos,
Tras dedicar alguna riña.
Proponerte adelgazar,
Lamentarte por tu ropa,
Que no es que encoja, miarma,
Que es que te has “puesto las botas”…..
Y llegar a la oficina,
Echarte un cafelito,
Y escuchar el tontolaba
Que te cuente el viajecito.
No me digas, diario mio,
Que no estabas ya jartito,
De mojama y mazapanes,
De gambita y jamoncito.
Que yo tenía morriña,
Queridísimo diario,
De que empezaran los colegios,
De cambiar el calendario.