viernes, 25 de enero de 2013

De humo voy sobrado.

Cómo admiro al perfecto entre los perfectos. 

Mira que no paro de dar gracias a Dios por mis imperfecciones. Por pertenecer a esa prole que aprende a andar a cada paso que da. Que madura en la madurez. Que pide prórroga para sus depresiones, y que baila ante el jurado más inquisitivo. Jurado podrido, vano, infeliz, mustio e insulso. Jurado ajeno a las directrices más raciales que adoctrinan ser FELIZ.


Pero son perfectos. Su familia cumple los patrones de lo idílico, nunca fallaron, flaquearon o la cagaron, y no hay una fisura en su proceder. Nunca.
Creen que representan los cánones más estrictos de lo correcto, y lo honesto. Trupe vomitiva, bazofia social que mide a los demás por criterios que les permite seguir en su nube de cristal. Un ejemplo de la ALTA SUCIEDAD (como dijera el gran Calamaro).

Yo no. Yo me equivoco. Peco. Aprendo. Crezco. Maduro. Me vuelvo a equivocar. Vuelvo a madurar. Me vuelvo a equivocar e intento corregir. Pido perdón. Lo intento, me esfuerzo e intento mejorar……aprendo, peco, crezco, me esfuerzo y finalmente……lo vuelvo a intentar. No dejo de intentarlo.

Admiro a ese cerdo perfecto. E idolatro al cercano. Ese que está. Esa que está. Pero que está. Lo demás es humo. Y de humo voy sobrado……..

lunes, 14 de enero de 2013

Nada retrasará mi meta.

A veces, estar convencido de saber lo que haces no es suficiente. Ni siquiera tener la convicción de que actúas como debes. Y eso que ahora, además de saber lo que no quieres, también sabes lo que quieres. La constancia siempre fue la base del éxito, y esto no tiene por qué cambiar. Pero la constancia significa tiempo, y tiempo significa paciencia. Todo es asumible si el premio es el éxito.

Yo lo comparo con la meta para un atleta. Él sabe qué tiene que hacer para lograr el éxito. Llegar a la meta. Pero el atleta cuenta con una ventaja. Sabe dónde está la meta. Sólo tiene que jugar bien sus armas, hacer bien lo que sabe, y conseguirá el éxito. ¿Qué ocurriría si en mitad de una prueba, le retrasaran la meta? Dosificó su fuerza, jugó sus armas, midió el tiempo pero no encontró la meta donde le dijeron que estaría. Si esto le falla, le faltará la paciencia, y no conseguirá el éxito. Él hizo bien todo lo que tenía que hacer.


A veces nos proponemos metas que nos pueden resultar inalcanzables. Meditamos las opciones, nos analizamos interiormente y decidimos si apostamos por nosotros mismos. Pero hemos de ser cautos. A lo largo del camino, surgirá más de un problema que nos pondrá a prueba. Nos hará preguntarnos si no fuimos ingenuos al aspirar a tan alta cota. Pensaremos que no podemos más y nos hará doblar la rodilla, agachando la cabeza y barajando el abandono. Y es ahí donde hemos de fajarnos, levantarnos y seguir. Recordar nuestro objetivo.

Yo me niego a considerarla inalcanzable. Aposté por mí mismo, soy cauto y no fui ingenuo. Estoy en la fase de fajarme, pero no olvido el objetivo.

Nada retrasará mi meta.

martes, 1 de enero de 2013

Sendero que nunca es camino.

Me entrego a mi muro para confirmarme afortunado. En seguidores ocultos, amigos inactivos, en familia dormida, en caterva encendida....tertulia apagada, retórica manida , críticos lobeznos y fama perdida. 

Más que nunca mi garganta se revela,
sin grito previamente definido,
quiero verte en mi plegaria redimido,
porque muero con tu gracia revelada.
Saber que lo poco que has sentido,
esta pluma te lo entrega aunque te duela, 
entregado ante un sentir dolorido, 
amigo que nunca falla,
sendero que nunca es camino.